El sol cayendo a pique en pleno medio día fue lo que me volteó
Educo mis plantas con amor.
Por eso son tan altas y sus flores tan grandes y perfumadas
y sus espinas tan pinchudas.
"Hoy les voy a enseñar el desapego", les dije.
"A partir de hoy cada uno debe seguir su propio tiempo", les dije.
"Ustedes el de las plantas y yo el de los ciclos barriales y planetarios", les dije.
Ahora el sol las educa con dureza y generosidad.
Ahora el viento les arranca las hojas, frutos y semillas
como algo más. Como parte de las cosas que pasan.
Porque esta bueno que las cosas tengan un lugar entre las cosas.
Unos cactus me hablaron:
"Somos jóvenes y fuertes: podemos acompañarte a donde vayas,
no ocupamos mucho lugar, sabemos crecer sobre las piedras"
Y yo: "No se promete. Diez años, después se promete"
Por eso son tan altas y sus flores tan grandes y perfumadas
y sus espinas tan pinchudas.
"Hoy les voy a enseñar el desapego", les dije.
"A partir de hoy cada uno debe seguir su propio tiempo", les dije.
"Ustedes el de las plantas y yo el de los ciclos barriales y planetarios", les dije.
Ahora el sol las educa con dureza y generosidad.
Ahora el viento les arranca las hojas, frutos y semillas
como algo más. Como parte de las cosas que pasan.
Porque esta bueno que las cosas tengan un lugar entre las cosas.
Unos cactus me hablaron:
"Somos jóvenes y fuertes: podemos acompañarte a donde vayas,
no ocupamos mucho lugar, sabemos crecer sobre las piedras"
Y yo: "No se promete. Diez años, después se promete"