Literatura de subsistencia: El pensamiento también es el despliegue del mal

El pensamiento también es el despliegue del mal

Mi bicicletero escucha death metal
mientras ajusta las tuercas de las bicicletas
dadas vueltas.

Si lo mirás desde la vidriera
podés ver que cabecea siguiendo el ritmo
al mismo tiempo que tersa sus brazos como palancas
con la llave número catorce.

Hay sistemas complejos desarrollados en su aura.

Otra cosa: una franja de cemento alineada y señalada sobre el pasto,
la gente corre por esa franja. Al fondo los peruanos
juegan al fútbol en cueros
y atrás de ellos un padre le tira pases largos
a su hijo vestido de arquero.

Guadalupe: lo que soñamos también forma parte de la historia.

Un matrimonio viejo se divierte elongando, esparciendo
el ácido láctico por todas las zonas musculares
que recubren el hueso.

Después cuando se encuentren en la cocina durante un día difícil
y replanteen, la notable y definitiva, separación que el tiempo les pide
seguro van a pensar en dios.

A veces nos toca viajar al sur,
a enterrar a los muertos y escuchar el sonido hueco
de la lluvia de tierra y cascotes sobre la madera.
Y es como comer cerezas recién sacadas de la heladera
un día caluroso.

Guadalupe: seguro en este momento caminas por la playa. Y no te detiene
tu pensamiento con lo que dicta, simplemente imaginas cosas imposibles
y estudias de cerca la espuma del mar.

Ahora el padre con el hijo disfrazado de arquero
arman dos arcos en un pequeño territorio delimitado,
con botellas de plástico y piedras.

Deberíamos tratar de memorizar algunas cosas
para que nadie tenga que repetirlas.

Escuchen todos: un hombre se colgó de la rama
y la quebró.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »