Plegaria americana o una introducción
Las personas que nacen
en setiembre
son producto del aburrimiento
o la felicidad
por que en vacaciones
se coje por aburrimiento
o felicidad,
mamá se embarazó
alguna noche de octubre
y se quedó sola
con el animaldiminutoenformación
depositado en las entrañas.
Subió el edificio de por entonces
una amiga
hasta el sexto piso
y por la ventana
hacia abajo:
con la mirada fija
unos segundos
se vió impactando
primero contra el poste
que desestabiliza
el cuerpo y lo arquea
para que dé contra el tejado
y finalmente, luego de rodar,
boca abajo
repose en silencio
con toda la fuerza del peso
en un solo impacto
sobre el asfalto.
Dice que no saltó
por que cuando mas se expandía la idea
como un humo que rodea la mente
y crece
mas fuerte sonaba
una canción de cuna
cantada por una anciana
en alguna de las puertas
de los pasillos
y a su mano apoyada
sobre el marco de la ventana
abierta
una paloma que se acercó
silenciosa la picó
y le lastimó.
Las madrugadas ruidosas y tristes
de navidad
o año nuevo
cuando quedamos solos
una vez que todos
ya se han ido
y pensamos en las cosas esenciales
que siempre quedan instaladas
fuera de la razón,
cierra el puño
para estirar la piel vieja
y me muestra
la manchita blanca corroída
en el reverso de la palma
que con la paciencia infinita
de un cazador en guardia
descansa.
en setiembre
son producto del aburrimiento
o la felicidad
por que en vacaciones
se coje por aburrimiento
o felicidad,
mamá se embarazó
alguna noche de octubre
y se quedó sola
con el animaldiminutoenformación
depositado en las entrañas.
Subió el edificio de por entonces
una amiga
hasta el sexto piso
y por la ventana
hacia abajo:
con la mirada fija
unos segundos
se vió impactando
primero contra el poste
que desestabiliza
el cuerpo y lo arquea
para que dé contra el tejado
y finalmente, luego de rodar,
boca abajo
repose en silencio
con toda la fuerza del peso
en un solo impacto
sobre el asfalto.
Dice que no saltó
por que cuando mas se expandía la idea
como un humo que rodea la mente
y crece
mas fuerte sonaba
una canción de cuna
cantada por una anciana
en alguna de las puertas
de los pasillos
y a su mano apoyada
sobre el marco de la ventana
abierta
una paloma que se acercó
silenciosa la picó
y le lastimó.
Las madrugadas ruidosas y tristes
de navidad
o año nuevo
cuando quedamos solos
una vez que todos
ya se han ido
y pensamos en las cosas esenciales
que siempre quedan instaladas
fuera de la razón,
cierra el puño
para estirar la piel vieja
y me muestra
la manchita blanca corroída
en el reverso de la palma
que con la paciencia infinita
de un cazador en guardia
descansa.