Literatura de subsistencia: agosto 2008

Gracias por las cartas y las advertencias

sábado, agosto 30
Una guerra desplegada en el equipaje de un avión.
Un cisne sacude sus alas.
Un chino carga un poste en cada hombro y avanza.

El exilio interior es una carta que nunca llega,
la espera flotante sobre el sillón descascarado.

Hay viento
subimos a la terraza
y no sabemos bien que buscamos.
Pero podemos sentir el viento.

Y en nuestra mente: La inundación.
Fue una prueba, no se si la superé
pero en un momento quedé mirando al techo
y se me ocurrieron tantas cosas que fuí corriendo a la cama
para que el sueño las acomode y administre durante la siesta.

Ahora, hay un hombre solo en la oscuridad
hilando planes en la oscuridad
tejiendo venganza en la oscuridad
mientras todos piensan cualquier cosa.

Lo importante es esto:
la huida ejerce su valor
solo en el momento que se vuelve.

Faunitas 55

miércoles, agosto 13
Cruzamos en silencio un charco
con los pantalones arremangados
en los tobillos y los zapatos en las manos.

Rosamos la superficie del ego y nos expandimos.

Yo después volví en el 86 y la ciudad se hizo larga y plástica.

(Dios empuja con su dedo el bondi en el que viajo)

Guadalupe: hay tanto polvo que tosemos por las noches.
Yo en una pieza, tu hermano en la de enfrente:
somos murciélagos
que se contestan en la oscuridad de una cueva.

Algunas cosas me las acuerdo por decreto.
Ya cumplí 25 Guadalupe.
Hay cosas que debo dejar de hacer.

(Dios apaga con su dedo las luces a mi espalda
mientras marcho lentamente a dormir)

Ortopedia del hombre que pinta

miércoles, agosto 6
El hombre que pinta
soñó con el apocalipsis.
Despertó empapado en sudor
y solo se durmió una vez seca
su remera.


El hombre que pinta se sienta en la cama
y mira los libros rescatados de la inundación.
Después se pone la ropa vieja
y empieza a pintar.


El hombre que pinta
está escribiendo la canción
de la sierra metálica.
La sierra de dientes afilados
incrustada en la carne.
La sierra que fisura el poste.

Después, vive como un rey
hasta que las paredes queden blancas.


El hombre que pinta
piensa en la metafísica del trabajo.
En el repliegue de las ondas
cuando esparce la pintura.


El hombre que pinta
se persigna cada vez que termina una pared.
En agradecimiento a la energía mística
que mueve su mano.


El hombre que pinta
tiene las manos y la cara
salpicados de pintura.
Ahora está haciendo la cola
con el almuerzo y la merienda.
La solemne idea de que estalle todo
resopla en su mente.


El hombre que pinta
escribe con tiza: "astronomía,
aeronáutica y cohetería"
Escribe con tiza: "un rectángulo
de claridad emergía de la banderola".
Escribe con tiza: "cada célula tiene un alma".


El hombre que pinta
coloca agua en recipientes metálicos
y se sienta junto
hasta que el sol la caliente.


El hombre que pinta
hace ejercicio.
Cava en la tierra con las manos.
Empuja autos que no arrancan.


El hombre que pinta
está soñando con el apocalipsis.
Su glándulas sueltan el jugo.
Su fiebre no tiene ningún sabor.


El hombre que pinta
hunde la cabeza en un balde
para ver toda su vida en azul.


El hombre que pinta
trepa las ventanas,
calcula su salto.
Las coordenadas precisas
de la cinta adherida a los marcos.
Las verrugas en las palmas.
Un tatuaje disimulado
en el tobillo.